Los Sueños del Insomnio. Cap5


Se llamaba Diana. Vestía unos vaqueros azules nuevos-desgastados que terminaban al final de sus largas piernas en el interior de unas botas de fieltro marrones, con pinta de haber sido usadas en solo dos o tres ocasiones. El pelo, suelto, de color castaño claro, le caía suelto sobre los hombros de un suéter del mismo verde intenso que sus ojos.

Sin saber porque sabía ya su nombre y sentía que la conocía de toda la vida, pero a la vez me era desconocida por completo. Y estaba sentada enfrente de mí…





Había cerrado los ojos en mi cocina, y antes de abrirlos sentía el meneo del autobús. Viajábamos desde no se donde hacia donde no quería saber, y estábamos en asientos contiguos, uno a cada lado del pasillo, ella y yo (ya con ropa) solos en todo el autobús.

Me revolví en el sitio tratando de averiguar que estaba ocurriendo y entonces fue cuando levantó la mirada del libro que leía incansablemente y me habló…

- ¿Estás bien?

La mire fijamente sin decir palabra alguna, más bien sin saber que decir exactamente.

- ¡Eo! Dije si estabas bien, llevas más de medio camino ahí dormido, ¿sabías?

- ¿Medio camino? ¿Hacia dónde?

- ¿Crees que realmente te va a servir esta respuesta ahora?

Sopesé la respuesta y termine por negar con la cabeza.

- Bueno, por lo menos despertaste, babeabas como un niño…

Me ruborice medio avergonzado y antes de que pudiese dar cualquier excusa falsa ella se echó a reír y me guiño un ojo.

- ¡Jaja! No me burlo de vos boludo…pero me hace gracia, ¿sabéis que, en ocasiones cuando dormimos nuestra parte infantil resurge en forma de sueños? Se puede observar en las caras de los que duermen, en su postura, en su paz…

Entonces mucho de niño no debía de sacar yo a la luz últimamente, pensé…

- Me llamo Alex, por cierto.

- Encantada –dijo sin parar de sonreír. Deduje que debía controlarme para no parecer demasiado evidente al mirarla…era preciosa. – Yo me llamo Diana.

Ya lo sabía, y no lograba entender porqué.

Guardamos silencio unos instantes, y justo cuando ella iba a recomenzar su lectura decidí disparar de una vez:

- Oye, se que sonara estúpido pero… ¿Ésto es un sueño?

- ¿Cómo?

- Aaaaahhh…bueno…ya se que suena raro, pero necesitaba saber si…

- No no –me interrumpió, si te he entendido. Pero, ¿crees que realmente hiciste bien esa pregunta?

- ¿Cómo? –ahora era yo el que no entendía.

- Mmm…a ver si me explico. No duermes normalmente, dudas de tu pasado, presente y futuro, vives por y para tu depresión y tu propia tristeza, y realmente muchas veces no sabes si estas soñando o no, pues lo que más añorarías en esos momentos es despertar. Y ahora, que estas fuera de ese mundo, ¿te interesas por saber si de verdad estas soñando o no? Piensa que si es un sueño se acabará, y si no lo es solo estarás volviendo a tu rutina de rechazar tu propia vida siempre que se sale de sus cauces normales.

-

Es evidente, no tenía respuesta a eso. Me parece que no era el único que sabia cosas del otro, pues realmente lo que había dicho era cierto, pero nunca me había llegado de esa manera. Era un pensamiento fugaz, que aparecía cuando trataba de darle explicación a mi vida. Me había acostumbrado a mi propio dolor, tanto que había días que si no lo sentía de la misma manera que otros me preocupaba, y era incapaz de disfrutar de esos pequeños momentos de felicidad que la vida reparte por doquier. Mi maldita manía de cerrarme al mundo me estaba saliendo cara…pregonaba sobre la confianza y su importancia, y luego era incapaz de aprovecharla con la gente que apreciaba, y demostrarles que confiaba en ellos pidiéndoles ayuda. La amistad…cuanto se había desprestigiado esa palabra. Y las pocas personas con las que compartía algo así (algo sincero), no tenían ni idea de lo que tenia yo en la cabeza…en un momento me di cuenta del daño que las podía estar ocasionando…no nos damos cuenta, pero al nadar contracorriente creamos surcos que la gente que nos sigue en la vida aprovecha, pero al dejarnos llevar o dejarnos tragar por un remolino, arrastramos sin saberlo a todo aquello que apreciamos hacia el fondo con nosotros.

- Así es, perdiste hace tiempo la idea de que luchar merece la pena…

- ………¿Quién eres?

- Lo que necesitabas.

“Estas falto de amor, me dijo” resonó en mi cabeza…Era cierto…Gracias a mi rechazo general a mi vida, lo que necesitaba y añoraba era incapaz de encontrarlo en el mundo real, y había acabado por buscarlo en sueños… ¿Pero, era todo esto un sueño realmente?

Callé durante unos segundos que se me hicieron eternos, durante los cuales no sabía si escrutar en sus ojos en busca de respuestas, por miedo a toparme de nuevo con mi cruda realidad. Somos más cobardes de lo que pensamos a la hora de enfrentarnos a nosotros mismos.

- Durante un tiempo pensé que había encontrado la felicidad…luego resulto que todo es efímero, y mi felicidad me abandonó, junto con lo que mas quería en el mundo…

- Tarde o temprano nos damos cuenta de eso, pero la solución no es llorar por lo que tuviste, si no pelear por obtener de nuevo eso, aunque no te lo otorgue la misma persona… –que listas son las mujeres, hay dolores que se identifican en la mirada, y el dolor de una mujer se puede ver en los ojos de un hombre como una bombilla fundida de tanto brillar.

- No es eso –mentí.

- …¿La culpas por ello?

- No…en absoluto. Si algo he aprendido en este tiempo es que somos responsables de nuestros actos, y se que yo también tuve culpa…además, en una relación no existen los culpables casi nunca, echar la culpa a una persona es mentirse a uno mismo para quedarse mas a gusto. Dicen que a los dos años el amor se acaba…no es cierto. Se apaga la pasión, pero si aquello era más que una cama y sonrisas, habrá algo que lo sustente después, y empuje a ambas partes a luchar codo a codo…para volver a encender la llama.

- Es una manera muy bonita de verlo…lástima que no siempre se cumpla. Por lo que me dices, si, la querías…pero… ¿Cuándo dejaste de quererte a ti mismo?

- ¿Por eso lo del mechero? –sonreí.

- Ese día carecías de brillo en los ojos, y por coincidencia lo llevaba en la mochila. Por cierto, mientes muy mal… -agregó mientras me guiñaba un ojo.

- Esta mañana no lo he encontrado…durante todo este tiempo me había dado fuerzas para tirar hacia delante…y ya no esta.

- ¡Buah! Los madrileños siempre igual de pelotudos… ¿os creéis poetas natos o algo así? El mechero era un mechero nada más, todo eso que sentías eras tú, rechazándote y luchando por salir adelante. ¿En serio pensaste que la solución a tus depresiones y tristezas era un chisme para encender cigarros? Menos mal que no empezaste a fumar…

- Nunca me gustó –mentí. Hubo una época que si, años de niñez y travesuras…que lejos quedaban.

- Ya veo…por cierto los objetos no se desvanecen porque si, y viendo los ojitos que traes hoy ayer debiste tener faena. Yo que tú, si tanto te gustaba ese mecherillo, seguía buscando.

Esboée una mueca, y la mire. De veras que era preciosa…sí, realmente era lo que necesitaba. Caricias y labios aparte, necesitaba algo así. Recapacite sobre toda la conversación, sobre todo acerca de sus últimas frases. Una vez más era cierto. La vida no consiste en cuidar talismanes, pues nosotros somos nuestro propio talismán.

- …Gracias.

- Anda, no te me pongas melancólico, y procura cuidar lo que tienes porque… ¡CUIDADO!

El autobús pegó un bandazo y nos vimos obligados a agarrarnos al reposabrazos para no caer. Al enderezarse todo ya, vi que se le había caído el libro al suelo, y me agaché a recogerlo. “Narciso y Goldmundo” de Herman Hesse. Debería volver a leérmelo algún día… Me incorporé para devolvérselo y en ese momento el autobús cogió otro bache y me di de cabeza contra el asiento. Diana rompió a reír mientras yo hacia esfuerzos por ver otra vez, a través de tanta estrellita en la mirada, pero su carcajada era reconfortante. De repente, sin dejar de reír, su pelo se volvió rubio, sus ojos azules, y poco a poco el paisaje fue cambiando hasta volver a mi cocina de nuevo. Eva estaba en la puerta de la cocina, apoyada desnuda en el marco de la puerta y no paraba de reírse mientras sujetaba un cigarro aun sin encender.

- ¡Jajaja! Ojala te hubieses visto, parecías un niño pequeño ahí durmiendo… ¡jajaja!

Al oír ese comentario no pude si no empezar a reírme yo también…

En ese momento Eva se llevo el cigarro a la boca y al ir a encenderlo me fijé en el mechero que usaba. Era blanco, con una inscripción verde.

- ¡Ey! ¿Y ese mechero?

- Se lo acabo de quitar a tu perra, la muy jodía estaba debajo de la cama guardándolo con un par de calcetines tuyos…tío, deberías limpiar más a menudo tu cuarto, la cama estará muy bien…pero el resto se merece un poco de atención. ¿No es el mechero con el que jugabas ayer?

- Sí…

De repente no parecía tan importante…pero sabía que lo seguiría guardando mucho tiempo. Me incorpore y con una sonrisa le plante un beso en los labios.

- Buenos días, ¿has dormido bien?



Comentarios

Hueto ha dicho que…
Bueno, siento la irregularidad en las salidas de capitulos (tras veinte dias sin nada, 3 seguidos...), pero tenia la cabeza demasiado llena de cosas, y un solo capitulo se ha acabado transformando en 3.
No es el final...pero el boli necesita dormir...jejeje
1 abrazo
Anónimo ha dicho que…
Lo he leido ya como 3 o 4 veces...creo que de todos los capitulos,este a sido el que más me ha impactado. me he quedado gilipollas leyendolo jeje.

"era incapaz de disfrutar de esos pequeños momentos de felicidad,mi maldita manía de cerrarme al mundo,arrastramos sin saberlo a todo aquello que apreciamos hacia el fondo con nosotros..'' m suenan tanto esas frases..

oie y asta cuando duran los sueños¿¿o mejor dicho..hasta cuando lo de ''soñar'' con insomnio??creo que yo necesito dormir de verdad(5 o 6 meses..)
Bueno,ya veo que no es el final,aunq creo q se parce bastante.nose,supongo que dara muchas mas vueltas.asta que vuelvas a scribir,sperare,me encanta.
Un besito...
Roberto Miquel ha dicho que…
Por una parte no he podido sentirme identificado con el personaje. Como siempre pasa al leer es sólo en parte; todos los rellenos que necesita el personaje son cosecha mía. Quizá me falta información que, por lo que dicen tus otros lectores, parte de ti. Pero qué más da, así mejor.
Una buena discusión, una buena situación onírica y un final feliz (o un semi-final feliz). Puede que las historias tristes, de dolor y llenas de situaciones horribles nos llenen más o nos impacten más, pero los finales felices son necesarios. No son malos, claro, pero suelen ser más lentos; tardas más en recordarlos y no te sujetas tanto a ellos (como hace tu personaje, supongo que tú; como hago yo).
Hueto ha dicho que…
- A Lidia: me alegro de que te hayan gustado los 3 caps, en especial este ultimo, ya te dije que habria ocasiones en que le personaje ibas a ser mas tu que yo...pero si, es cierto, a muchos nos vendria bien volver a soñar de verdad de nuevo. Y si...deberias dejarlo =D.
- A Laura: gracias x tu apoyo estos ultimos dias, y ya sabes, para lo que quieras!! (no te preocupes, que no te hare estar mas hasta la 1 y media para leer algo...y q conste q te qedaste tu!!xD). Y ánimo, sabes que acabaras tomando la decision correcta...
- A Rupo: Tomare tu consejo de los comics, aunque de momento catare con la mula, si me gustan como dices, quien sabe...jeje.
Y creo que en el fondo tienes razon, puede que nos gusten mas las peliculas con final feliz, aunque sea dificil colocarselo sin saber si de verdad es un final feliz o solo una impresion de "felicidad".
p.d.: estoy imprimiendo los relatos de "felicidad", leyendolos de mucho en mucho me pierdo entre historias a veces...jejeje.
- A Nacho: Ieeja! Esta semana ha sido poco comunicativa, pero esta noche caen unas cervezas ;). Que decirte q no te haya dicho ya...no abandones eso que me comentabas, descansa el boligrafo y la cabeza. Para lo que quieras ya sabes tu tb: 1llamada,1carboncillo,1 par de horas y los problemas navegan dibujando aros por el aire...

1 abrazo a todos!
Anónimo ha dicho que…
mi Huetyy!me ha gustado mucho, y lo digo de verdad!pero que quieres que diga..no¿?
tengo tantas ganas de k pase este mes...buaaahh ni te lo imaginas...
uenu kda dia keda menuus!!

un besito mi niño!
me encanta el final de esta historia!

muaaaaaaa
Nacho ha dicho que…
Después de releerlo para retomar la hitoria me he dado cuenta que no hay comentario mio aqui.

"Odio ser incapaz de amar en toda regla, ahi fuera tengo paz, pero dentro he de dar guerra".

Se que en el fondo cuando escribimos nos ocurre esto asi que... Escribe.


"Pero donde duele inspira".

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