El Club Soledad: Maru.
Nadie nos enseña a vivir. Nadie nos cuenta cómo debemos empezar a ser felices. Quizá es la razón de que nunca lo seamos. No se dictaron normas ni tampoco manuales, por eso somos libres y desdichados. Somos independientemente dependientes de algo. Nos mentimos (primera fase), nos deprimimos (segunda fase), continuamos deprimiéndonos (tercera fase), negamos todo contacto con cualquier persona (cuarta fase) y lloramos (quinta fase)… Hasta ahí conozco yo. No sé en cual he estado ni en cual estoy, pero conozco cinco historias. Cinco historias que nos enseñan que la soledad no es cosa de uno. Máster en soledad, Nobel de desdicha, record de lágrimas. Maru había sido más que bella. Había sido perfecta. Sus padres la habían educado como la perfecta esposa y envidiable madre. Rímel desde los trece, carmín desde los quince. Falda corta, descaro de largo. Aprendió más con su cuerpo que cualquier capullo con un libro. Supo dirigir y exigir, desear y ser amada. Era la mayor zángana, hija de su ...