Primavera volumen.1

Llegó y se metió en la cama, ella le esperaba, dormida, cálida, con su melena abrazando la almohada. Se desvistió y se metió bajo el edredón suspirando, ella se giró y le hizo un hueco entre sus brazos...
Era un día espléndido, ni la niebla, ni el reflejo de los dígitos rojos que rezaban '6:55' en el despertador, ni el uniforme de guardia de seguridad cuidadosamente doblado sobre la mesa conseguían apagar el calor de aquel día primaveral, en sus brazos se durmió, en la ventana un termómetro gritaba una incoherente cifra bajo cero...
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