Discos el sol

Manuel era un hombre de unos 'treintaytantos', vestía ropa más bien ancha, tejanos desgastados, camiseta de color negro con las mangas dadas de si y sobre el hombro una gabardina raida, era el típico tipo que no se preocupaba por su apecto, de hecho esa mañana no había hecho ningún esfuerzo por elegir la ropa que llevaba, simplemente había mirado a la silla y se la había puesto de nuevo.

Manuel trabajaba en una tienda de discos especializada en rarezas, vinilos que hacía décadas habían sido grandes éxitos y hoy eran pasto del polvo y vinilos que hace décadas fueron fracasos totales de ventas y que en la actualidad eran piezas de coleccionista, ¿la verdad? la tienda era una ruina total,de vez en cuando algún coleccionista se dejaba allí el sueldo, pero por lo general...



pero por lo general sólo entraban de vez en cuando algunos chavales jóvenes que despistados pedían algún disco de reciente lanzamiento consiguiendo con ello una sonrisa de Manuel, que amablemente les explicaba que allí sólo tenían clásicos, le encantaba llamar a sus disco clásicos, era la palabra que mejor los definía, no eran discos viejos, no eran antiguayas como muchos pensaban, no, eran clásicos, The Beatles, Hendrix, Bandas sonoras de películas olvidadas...

Manuel era feliz, no tenía mujer, ni hijos, no los había tenido nunca y no parecía que los fuese a tener, por lo menos hasta el primer lunes de aquel mes en el que Manuel abrió su tienda como cualquier otro lunes... con resaca, y esque Manuel era lo que muchos llamaban un viejo rockero, y en su garito preferido las cosas iban tan mal como en su tienda (por falta de clientela) y ultimamente abundaba el garrafón, bueno a lo que íbamos, Manuel levantó el cierre metálico, introdujo el código de la alarma, encendió las luces, el ordenador, y finalmente miró al reloj, las once y media, sólo media hora tarde sobre el horario que hacía ya años había mandado grabar en la puerta de la tienda bajo el rótulo "Discos El sol, el paraiso de la música", pensó que no pasaba nada ya que nunca venía nadie antes de la hora de comer, pero precisamente aquel día se equivocaba, en el café de enfrente una mujer apuraba un café cortado tras ver a Manuel levantar el cierre, aquel día alguién había llegado a la tienda antes que el, y al verla cerrada había decidido esperar mientras desayunaba...

La campanilla de la puerta saludó a la nueva visitante y Manuel alzó la vista sonriente, como siempre, para saludar a su "potencial cliente", en el aire de la tienda flotaba Syeeda's song flute del Giant Steeps de John Coltrane, ella le saludó, -Hola, ¿que tal? si buscas algo avisame, para lo que quieras- dijo intentando no agobiar a su primera cliente del día -Muchas gracias Manuel, no te preocupes, si necesito algo, lo que sea, te aviso- respondió ella sonriendo mientras le guiñaba un ojo de un modo muy seductor...

Manuel volvió a bajar la vista hacía la pantalla del ordenador bajo el seductor efecto de aquella mirada que le acababan de regalar, el bajo de la banda llenaba el aire mientras el piano lanzaba destellos de luz entre la niebla, Manuel deseo tener más clientes como aquella mujer y menos puretas con pipa en busca de otro vinilo para su colección de pretensiones...