La pulsera Cap. 5: La fiesta


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Vísperas de un verano, un año, un día:

Daniel observaba tras la ventana de su clase como el sol se acercaba al árbol. Llevaba más de 20 minutos mirando con la misma cara aquel estúpido tronco con hojas. Su mente hacía cábalas sobre adolescentes de entre 16 y 20 años a las cuales amaba con toda la fuerza que puede proporcionar una erección repentina. Poco más. La vida de los chavales es tan vanal para los maduros... Pero lo que no saben es que es pura dinamita. La mente de un joven dócil ante el amor es creatividad pura.

- ¡Dani!- Susurro en un tono más cercano al grito que al sigilo su compañero de al lado.- ¡Quedan solo dos horas para que termine el curso!¡Por fin terminaremos con "la cuervo"!

"La cuervo" era la profesora de lengua que tanto daba el coñazo con la sintaxis y la lectura ¿Quién prefiere leer antes que ver la tele? Dani lo prefería. Leía a diario. No estudiaba, leía y practicaba sus clases de guitarras auto financiadas.
Su padre era un hombre chapado a la antigua, y como tal, advirtió el peligro que era la música. Si eres músico casi no puedes ser nada más. A sus casi-cincuenta años nada le había sorprendido más que su hijo. Era inteligente, listo, guapo y perspicaz. Aún así, no se decidió nunca a estudiar. La vida habría sido tan fácil para él si hubiese sido médico o arquitecto... No como su padre, un simple y vulgar currante con las manos desgastadas de secar lágrimas. Era tan difícil educar a un hijo solo . Cuando Daniel tenía 9 años su mujer murió de una enfermedad que solo los doctores supieron pronunciar. Todas las noches se acostaba solo y dormía en su lado de la cama. Encendía la luz bien entrada la madrugada, se sentaba apollandose en la cabezera y lloraba. Todas las noches sin excepción... El tiempo le había quitado las ganas de sonreir y más cuando Daniel, con 12 años, le dijo que no se acordaba de su madre, de su cara. Entonces enfermó. Llevaba desde entonces con un mal que ni los doctores supieron pronunciar. Quizá fuera esa la razón por la que se negaba a pagarle ese estúpido conservatorio de guitarra. Solo servía para crear un hijo sin futuro. El tendría que ser médico. Poder pronunciar con una amplia sonrisa todas las enfermedades, conociendo pues, todas sus curas.

Pero eso no era un impedimento para Dani. Sacó dinero trabajando de camarero cuando salía del instituto y se pago las clases. Antes lo hacía con la paga y lo que se le caía a la gente del bolsillo. Hurtos menores según la guardia civil. Esa cabezonería la había sacado de su madre, sin duda. De todas las cualidades que tenía Maite, tuvo que heredar la testarudez. Eso hizo sonreír a su padre un par de veces.

- ¡Venga macho! Hoy saldremos al parque a tomar unas copas antes de ir a la fiesta de Laura. Me ha dicho Jose que va a ser genial. Esos dos tortolitos llevan preparándola más de un mes. ¡Claro, como ellos dos están tan bien juntos se olvidan de los solteros como nosotros!- Acabó esa frase con un riego de feromonas en ebullición.- Pero esta vez va a ser diferente, ¡va a traer a sus amigas de su colegio!¡Las del colegio de monjas! Esas están siempre deseosas de sexo...

Dani le miro sonriendo. Era tan facil engañarle como ilusionarle. Él, sin embargo, había aprendido ya la lección de no confiar nunca en una fiesta "con invitaciones a mujeres". Y aún mucho menos en pillar.

El resto de la mañana se la pasó haciendo dibujos, hablando con la feromona andante que tenía como compañero. Salieron corriendo y quemaron sus libros, se sintieron libres durante una hora y se aburrieron a la segunda. Empieza el verano de los veranos.

Puntuales como un clavo estuvieron allí Daniel, Fran y su compañero en constante erección, Diego. Bebieron rapidamente y el alcohol les subió como la espuma. Ya estaban listos. Bueno, casi del todo. Fran, el kinki del grupo había traido un poco de "eme" para amenizar la fiesta y decidieron probarla... otra vez, al menos.

Con el dulce colocón de los ácidos y la fuerte borrachera que les perseguía corrieron hacia casa de Laura la pelirroja...
Saltaban los bancos, regateaban los cubos de basura, se subían a las escaleras de incendios, cantaban y gritaban "A la Sombra de mi Sombra" y se reían. Era divertido andar y se sentían tan irremediablemente perfectos que. desde fuera, daba pena verles.

Llegaron a la fiesta y el subidon del alucinógeno se les estaba pasando. Había mucha gente. Entraron mirando por encima del hombro a cualquiera y por debajo de la falda a muchas. Laura no mentía, había muchísimas chicas nuevas. Diego se puso rojo como un tomate. Daniel le miró y le susurro al oido:
- Ataca...

Entonces Laura se avalanzó sobre los hombros de Dani. Eran amigos desde hacía mucho tiempo y, pese a que no siempre fue así, Dani la consideraba como tal. Ella no.
- ¡Dani! ¡Qué bien que viniste amor! ¿Has traido la música? Te encargabas tú...
- Claro que si Lau, mira esta cinta, ¡recopilación recien sacada de mis pletinas! Veras que bombazo.

Se sentó enfrente del equipo de música y puso la cinta. Pulso el play y "Lust for Life" de Iggy Pop sonó por toda la casa. Bailaron y tomaron unas copas más. Eran jóvenes y la noche acababa de empezar. Todo iba viento en popa.

Entonces se abrió la puerta de par en par y aparecieron tres nuevas féminas. Dos de ellas tapaban la visión de la última. Eran bastante grandes y caballonas. Una cara de poco amigos y muchas rabietas. No apto para su cerebro colocado. Pero entonces, desde detras de los dos mostrencos apareció ella. Ainara. La primera vez que la vió y se le pasó el cuelgue de golpe. Ojos verdes y cabello oscuro. Delgadita y tímida. Sonrió mirando a Laura y esta se lanzó a darla un abrazo. El tiempo se detuvo y la música cambió. "Rojitas" de Extechinato y tú. No le quito la mirada ni un segundo durante toda la canción. Se había enmorado, pero no con amor de libro ni de palabras, se había enamorado de corazón.

Comentarios

Hueto ha dicho que…
q buena era la adolescencia......xDD.
muy bueno, rollo retrospectivo para ponernos en la onda.sigue asi!!
x cierto, has clavao el personaje del padre, hablas de el lo justo, pero lo necesario.
y lo q te dije ayer...es cierto...de jovenes la creatividad posiblemente sea mayor...no existen miedos, ni la vida nos ha dado palos, y somos enamoradizos!!
me gusta la estructura q va tomando el relato...
Anónimo ha dicho que…
=)
Anónimo ha dicho que…
Menos porque el "eme" ni es ácido ni es alucinógeno (no como el LSD, q es ácido y es alucinógeno) y porque fermona es la hormano que te atra del sexo opuetos (vamos, términos químicos); me encanta. Daniel es tu Super-yo, según mi psicoanálisis (trabajo de campo). Sigue ecribiendo, está todo muy bien, y si quieres asesormiento sobre drogas para nuevos capítulos...
Anónimo ha dicho que…
wow, tenemos un experto en drogas entre nosotros, que pasote!! ademas hace psicoanalisis con 2 frases y entiende de hormonas. vaya fenómeno, éste hace de todo!! me lo llevo!!
Anónimo ha dicho que…
y ya sé que mi nombre no se escribe así, no hace falta que me corrijas a mí tambíen ;)
Nacho ha dicho que…
Wow mola mola! mas camorra! que ácido!

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