El club soledad: John

Las luces vuelan cruzando las ventanillas del Mazda MX-5 negro descapotado que se come a gran velocidad todos los kilómetros desde el hotel Ritz hacia ninguna parte. En el asiento del conductor John aprieta con fuerza el acelerador y mira al infinito pensando solamente en el viento que juguetea con su pelo engominado. Cierra los ojos durante un instante y escucha el motor pedir la sexta marcha aun sabiendo que jamás va a llegar. Se agarra al volante y toma las curvas oyendo los quejidos de los neumáticos al dejar trocitos de estopa en los arcenes de la carretera bidireccional que separa dos mundos paralelos. Su vida, y el resto del mundo.
Quizá demasiado egoísta o quizá demasiado especial (en tono despectivo) para dedicarse a nadie más que a sí mismo. John se había acostumbrado a vivir una vida de negocios y estrés. Nació en una familia de bien donde, tanto su madre como su padre, estaban demasiado ocupados para enseñar a su hijo a querer y ser querido. En cuestión de educación, fue uno de los mejores alumnos de todas las escuelas a las que asistió y en la universidad, sacó dos carreras con las que más tarde llegaría a forjar su empresa devora-empresas que llevaría a la ruina a más de un padre de familia.
Las manos de John perdían presión sobre el volante pero el acelerador seguía al tope en la recta más larga que John recordaba haber trazado.
Nunca tuvo amigos de verdad. Siempre se las apañaba para enemistarse con todo aquel que se acercase más de dos días seguidos sin un motivo aparente. La amistad es enemigo del raciocinio. El amor es el motivo del fracaso. La decepción no es más que una tirada de azar que te coloca en el punto de partida. Por eso John la ganó antes de jugarla. No se relacionó con nadie más de lo necesario. No amó a ninguna mujer, ni a ningún hombre, más de lo que una noche de sexo subvencionado o convenido, le abriera unas piernas durante algo más de 10 horas. “El mundo es tuyo” recitaba el poster de su habitación. Obsesionado con el poder y el dinero John acumuló una trayectoria de victorias empresariales envidiada por cualquier dirigente de una empresa entrado en edad. Era joven, inteligente, adinerado y sin remordimientos. Una vez, entre colegas de clase, uno de ellos definió a John como el perfecto mercenario de los negocios. Y así era. Porque John no las mataba callando, prefería oír gritar a sus adversarios antes de rematarles y dejarles sin un duro, llorando y, con una mano adelante y otra atrás.
Cerró los ojos y sonrió mirando al cielo. La cocaína estaba en su pleno efecto.
A pesar de que su vida fuese, para él, perfecta, no conseguía dormir. Varias veces mintió al psicólogo contándole mentiras acerca de inexistentes maltratos de su padre solo para conseguir unas cuantas pastillas. Una vez en casa, se des aflojaba la corbata, servía un vaso con tres dedos de Jack Daniels, encendía un cigarrillo y abría uno de sus comics favoritos. Todos los meses releía una o dos veces la gran obra maestra de Frank Miller, Sin City y soñaba con Hartigan y una vida más emocionante que la realidad. Tras dos dosis más de las recomendadas se quedaba dormido en el sofá y a la mañana siguiente no recordaba casi nada de la noche anterior.
Soltó una carcajada seguido con un grito de lujuria. El volante eran sus extremidades, el Mazda su dinero y la carretera su puta.
Otras noches, después de las cenas de empresa, salía a celebrar con los chupasangres de sus compañeros los triunfos logrados por él. Malditos cobardes. Si por ellos fuese, seguirían trabajando de vendedores. Un día acabaría con ellos en un solo despido. Sin remordimientos. Hasta el culo de coca y con dos o tres copas de más. Se iban al Olimpo a correrse una juerga de las que, cualquier hombre decente, no debería acordarse o, al menos, debería ocultar. Era curioso, pero solo conseguía soñar cuando dormía acompañado. Putas a las que follaba sin amor y a la mañana siguiente echaba a patadas de su habitación, como si los remordimientos le carcomiesen por dentro. No eran remordimientos por haberse acostado con ellas, eran por haberse dejado llevar por sus necesidades físicas y no usar la razón, ser sensato. El no necesitaba esa mierda. El sexo es la peor droga, porque engancha y se confunde con amor. Lo extraño era que siempre soñaba con lo mismo. Un paraíso en blanco y el sentado en una silla. Esperando. Nadie le avisaba de que era su turno, pero él lo notaba. Abría una puerta y allí estaba ella. De espaldas a la puerta, con un vestido rojo y pelo ondulado. Piel blanca como la porcelana y los labios pintados de pasión. En el fondo sabía que la había visto antes. Era un calco del personaje de Goldie de uno de sus comics. Entonces ella sonreía y… terminaba el sueño. Frustrado se levantaba y echaba a voces a su acompañante. Luego se ponía medio pollo, se duchaba y volvía a casa.
El exceso de velocidad y la carencia de sentido hacen que John abra los ojos. Esta soñando. Goldie no sonríe, abre la boca para decirle algo… No logra descifrarlo… Vuelve a abrirla y… no logra descifrarlo… De repente sus ojos quedan en blanco y el fondo de su sueño empieza a arder. Abre los ojos y la recta llega a su fin. El coche da dos vueltas de campana y choca contra un muro de piedra al lado de un cementerio. John se golpea la cabeza contra el volante y su brazo queda quebrado por tres lugares. Le sangra el oido y pierde el conocimiento. Dicen que cuando estas cerca de la muerte ves tu vida pasar por delante… Pero John solo vio que la soledad es tan traicionera como fiel. No vio pasar nada.
Comentarios
en serio, no se porque, pero este relato me ha dejao cuadriculado. hay que decir que en muxos de los parrafos te has superado!! muy bueno, desde mi punto de vista...muy bueno. y eso que ya sabia de q iba a ir!! pues a pesar de todo...perfecto.
"la soledad es tan traicionera como fiel"
"El sexo es la peor droga, porque engancha y se confunde con amor."
"El amor es el motivo del fracaso. La decepción no es más que una tirada de azar que te coloca en el punto de partida."
bien bien...no sueltes el boli primo!
p.d.: tio, esto se ha convertido otra vez en un romance de dos, xq javi nos ha abandonado y solo comentamos tu o yo nuestras propias historias...(salvese nawi, amante fortuita de la lectura...jeje)
ah, me encanta lo de los comentarios en una nueva ventana, good idea man!
Mola mola! me lo acabo de terminar de leer y no me esperaba este final.Me ha gustado mucho..mmmmm..rika tragedia..
Si eh hueto!ami me enkanta leeros, es un placer! y eso conlleva poner un comentario, yo enkantada.
Asike esto es un trio..y si no kieren comentar...mejor,más pa mi!
Vagos todos .. ¬¬ No sabeis lo k e os perdeis...GENTUZA!! xD
Bueno gordo,ke te a kedado muy bien.
me ha hecho gracia lo del Mazda ;) .. me suena de algo jejeje!
Un besoteeeeeeeeeee!(K)(K)(K)(K)(K)
P.D. Seguid escribiendo los dos!! aunke sea solo para miii!! :)
"nosotros escribimos segun nos da, pero sobre todo es el hecho de abrir la pagina, ver q uno de nosotros ha escrito algo q nos mola, y pensamos "cabron", y nos picamos con el boli..." xD.
hay q avivar esto eh?cambiar de aires, cambiar el boli, recuperar el gusto de la escritura nocturna.......
espera...
...yo no era admin de esto?...
... ... hmmm
esto... ¿adios? XD