La Pulsera
Esta es la primera parte de una historia que llevo tiempo queriendo escribir. Espero que os guste.
El bosque:
-No te vayas, por favor...
-¡Si me pillan contigo aquí me matarán, lo sabes!
-¡Si te vas seré yo el que muera!
-Por favor Daniel, no hagas esto más difícil de lo que es. Dame tu mano.
Tembloroso le enseño la palma de la mano. Aunque sucia, como de costumbre, esta vez las lágrimas de Ainara la dispersaron el barro de sus dedos mientras ella besaba con melancolía. Daniel busco su mirada, cristalina y en ambos ojos se reflejó la desesperanza que le procuraría este momento para el resto de sus vidas.
-No me olvides nunca Daniel. Yo no tendré fuerzas para hacerlo.
-Ainara, por favor, no me dejes...Quedate conmigo...Por favor...
Dijo mientras se sentaba cogiéndose las piernas y apoyándolas fuertemente contra su pecho. Lloró mientras veía como su alma gemela se despedía llorando.
Entonces se oyó el crujir de un árbol desperezándose. A las seis de la mañana en un bosque lo único que puedes no escuchar son tus pensamientos. Y aún así suenan demasiado fuerte. Siempre demasiado fuerte.
A lo lejos se oían las voces de la familia de Ainara dispuesta a partir hacia ningún lugar. No conocía el destino. Sólo sabía que no volvería jamás por aquí. Pero Daniel nunca perdió la esperanza. O al menos hasta al cabo de diez años.
Se levantó y secó sus lágrimas con el brazo. Entonces se percató de algo: una pulsera de hilo rojo y negro rodeaba su muñeca desde que Ainará la besó. Un nudo muy cuidado y amor en su trenzado hacían de este abalorio más fuerte que cualquier relación, más valioso que cualquier joya...Y más doloroso que cualquier tortura.
Comenzó a andar tras el sonido del coche y, mientras jadeaba, pensaba que no la olvidaría. Que a sus diecisiete años sabía que ninguna persona pasaría por su vida como ella. Detuvo su carrera y se apoyo sobre las rodillas mirando al suelo. En el trayecto en que la cabeza se levantó hasta divisar el Ford Mondeo gris que se alejaba del camino de tierra, sintió que crecía en madurez... y en tristeza.
Comentarios
Muy bonito colega, me ha encantado!
de verdad,me emociona...
Esta crítica vale doble, que ya sabes lo crítico que suelo ser jeje...
en serio, me gusta
un abrazo
PD:Quiero más de esto y menos canela
Ainara, tu hija.. ;)
Besos.