Ducados

09/03/2006
Prologo: Gracias Woddus por esta forma de escribir.
?
19/03/2006
Decepción
El viaje ¿25 de Abril? PARTE 1
El viaje ¿25 de Abril? 2ª PARTE
18/07/2006
El viaje ¿25 de Abril? 3ª PARTE
-¿Acojona verdad? No esperaba que vinieses, sino habría limpiado un poco todo este caos...
Le miré y en el último jadeo dije:
- Mejor asi, Me siento más "como en casa".
Soltó una carcajada un poco forzada, a decir verdad, era normal dada la talla de la broma. Seguimos andando arrastrando la soledad de esta ciudad sin sonidos que se descubria ante nuestros pies y, si no fuese por el eco de nuestros pasos, habría presenciado el sonido del autentico silencio.
Anduvimos por muchas calles que ya conocía y a decir verdad no me sorpredió verlas asi pues ya las había imaginado vacias varias veces. Nuestros pasos nos llevaron al edificio que más he visitado de esta ciudad y que conocia como la palma de mi mano.
- Ya sabes lo que hay en la tercera planta, ¿no?
- Si, claro que lo se...
-Pues sube y comprobamos si estas en lo cierto
Subí las escaleras de dos en dos y de tres en tres hasta llegar al estante de musica más codiciado por las manos de este humilde servidor. En lu gar de discos había cientos de cuartillas...millones de folios. Temblando cogí uno y lentamente me lo acerque a la vista. Estaba vacio. Levante la vista y miré a mi "compañero de viaje". Esté, ante mi cara de bobo, me hizo un gesto de aprobación incitantome a intentar leer una pagina en blanco. Y derepente, como por arte de magia, se lleno de frases. Lei la primera y me resulto extrañamente familiar...eran mis pensamientos, mis letras, mis palabras, mis noches en vela y mis sueños más profundos. Solté el folio de un espasmo y casi pude oir como me decia: corre.
Estaba rodeado de folios que me gritaban todo lo que había pensado hasta la fecha, todo lo vivido, todo lo llorado, reido...Corrí
En el primer marco magnetico me esperaba y me dijo:
- ¿A qué no te lo esperabas?
Hize caso omiso y seguí corriendo escaleras abajo. En el segundo piso también me esperaba.
- No corras, caerte aquí es peligroso. -Dijo con tono jocoso.
Ya en el primer piso me paró de golpe y me grito.
- Huir de los problemas no es la solución, ¿verdad? ¿De qué huyes?
Jadeé dos veces más y le miré respondiendo a su pregunta con una lagrima. Supe entonces de que huía. Huía de mi.
-Ven, todavía te queda mucho viaje. Rapido, incorporate.
Y continuamos nuestro paseo saliendo a la calle, doblando la esquina y perdiendonos en la bruma de esta agonía que nos aterra a todos. La soledad.
20/08/2006
El viaje ¿25 de Abril? Última Parte
Caminamos en silencio. Yo pensando en lo que había visto y él...bueno, él jactandose de lo que me había hecho pasar. Entramos en otro lugar que muy pocos conocen; donde hize mucho daño a una persona y tanto o quizá tan poco me arrepentí. Abrimos la puerta y arto de sorpresas me encontré con un monton de gente que conocía, gente que quería, que había significado mucho para mi. Algunas de ellas ni siquiera saben lo que fui capaz de sentir, otras sin embargo lo supieron... y ese fue el error. Estaban todas llorando desconsoladamente, algunos gritaban otros no, lloraban en silencio con las mejillas mojadas de penas, mirando a traves de la gente los ojos aterrados de los demás, comprendiendo tal vez que el peor dolor es el que no se manifiesta. Sentí que era el motivo de sus lamentos y la verdad es que no estaba muy desencaminado. Era la peor sensación del mundo. Era peor que morir, peor que la muerte en persona, peor que cualquier dolor fisico...Sentir que todo el dolor de esa habitación era culpa mia. Preferí ser sufridor que berdugo, como era en este caso.
- Aquí estan todas las personas a las que has hecho sufrir alguna vez en la vida.
Le miré con cara de terror. Aun que su cara tampoco era muy alegre. Estaba palido. Como lleno de esa emoción que apestaba a sufrimiento en esta habitación. Me resvale (o quizá me tiré al suelo) y de rodillas, entre los millones de gente que creí divisar encontré a alguien.
- ¿Pero...
- En algún momento de tu vida alguien lloró por ti. Aqui están todos eso momentos. Lo siento
Me dijo esto mientras yo observaba aquella persona que había reconocido. Ese lo siento quizá fuese el más sincero que he oido en mi vida y creanme, después de esta visión cualquier boca sería muda.
Esa persona era mi madre. Murmuraba entre lagrimas palabras que tan solo para mi tenian sentido. Corrí a su vera y ya notaba como caian las lagrimas..
- ¡Mamá! ¡No llores! ¡ Tu no, por favor... Dios, que he hecho...
- Recuerda que tu no estas aqui, no malgastes el tiempo...
Le corte rapidamente de un codazo la frase y y segui soñozando mientras la cogía la mano. Ella no lo notaba pero era yo el que lo necesitaba. Me arrodille y lloré durante minutos, horas, días o eternidades enteras... Y con los ojos cristalinos me levante, la miré y por un momento mis ojos se cruzaron con su mirada perdida. Jamás olvidaré esos ojos verdes que reflejaron el mundo entero...Solo para mi.
- Venga, no podemos estar aqui mucho tiempo. Te volverias loco.- Sabía que en el fondo era por él. Se sentía mal en ese lugar... Porque él también habia sufrido por mi.
Salí mirando a los lados y me encontre con una escena que ya había vivido. Ella lloraba porque me comprendia y no entendía este mundo. Lloraba porque era yo quién lo hacía. Entonces me vino a la memoria una frase: "Lloro para que no lo hagas tu". La acaricié el pelo y sali de la habitación.
- ¿Y ahora qué?
-Ahora sigueme...
Obedecí sin rechistar.
- El sitio que te voy a enseñar es el que más te va a sorprender.
- Juegas en otra liga...
- ¿No me crees? Observa.
Jamás había estado en ese sitio pero me senti tremendamente aliviado al principio. Y luego feliz, agusto. Era precioso. Describirlo en papel sería como dibujar una mujer a mano alzada: solo los verdaderos artistas dibujan y mi retrato sería de aficionado. Sólo dire que si tuvisese que morir, nacer enamorar o mentir...sería aqui.
- Bien: Esta es la parte de ti que no conoces. Es tu mejor parte. Es tu yo más positivo, más perfecto y menos sufrido. Ya queda poco, como puedes ver es una ciudad muy grande y este un lugar muy pequeño. Tal vez con el tiempo aprenderas a expandirlo. De momento toma.
Extendió la mano y apareción un pilot negro de ella.
- Cuando vuelvas a casa escribe, con mala caligrafía para que los demás no comprendan, pero para que tu recuerdes que tus viajes a ti son los viajes que mas caros salen. Recuerda lo bueno y lo malo. Escribelo y si alguien te lo pide, muestralo. Jamás lo entenderán.
De pronto volvi a mi habitación. "Maldita mujer" sonaba en mi ordenador y con un "benditas las drogas que me ayudan a olvidar" escribí estas líneas como si de mi autobiografía se tratase. Y bueno, de eso se trata, ¿no? Mi vida se resume en parrafos y en parrafos la resumo. Si tengo que escribir más lo seguiré haciendo. Por mi, y no por nadie. Porque el lo dijo. Somos consecuencias. Hagamos de la vida un camino que merezca la pena repetir.
Pd: En el escrito original ponía: "La caligrafia es culpa mia...y no..." Aquí pondré que sigo buscando ese lugar tan maravilloso.
13/09/2006
Brindemos
En uno de esos días tan ociosos que solía tener, cuando algunos ya habían empezado la universidad, otros estaban en su mundo y yo no quería ver a nadie apareció de nuevo. Me pilló desprevenido y falto de reflejos. Llevaba varios días sin afeitarme, dos sin peinarme y uno sin tocar el agua. Una semana bebiendo, dos riendo y una eternidad llorando. A decir verdad no recordaba cuando empezo todo a ir otra vez mal. Después de nuestro viaje esto parecía tan lejano que el tiempo que estuve sin él parecieron horas.
Estaba decepcionandome un poquito con el nuevo disco de Fito cuando como por arte de magia aparecio en la escalera de mi pasillo. Tenía a Dexter en las manos y lo acariciaba con suavidad ¡Este maldito perro no me hacia caso nunca! Y ahora estaba ahí...tumbado en su regazo con los ojos cerrados y respirando tranquilamente. Abrió lo ojos y me miró. Se quedó unos segundos sosteniendo la mirada y volvio a dormirse.
Yo mire al perro, luego a él y más tarde al suelo; resoplé y me tumbe en la silla mirando al techo.
- ¿Qué quieres? -Le dije sin ganas.
- Muy buenos días cara-resaca ¿Cómo te trata la vida?
- Bien, no me puedo quejar...
- Es cierto, no puedes...-Dijo con voz de padre, profesor, tutor o educador en el peor de los casos- ¿Y qué me cuentas?
Le miré y con ese tono cortante que caracteriza a los de mi calaña le dije:
- ¿A que cojones has venido? Estoy estupendamente...Me va de puta madre...¡No! ¡Mejor! Me va increible, solemne, autentico y si me permites me va mejor a que a nadie...
- Ya veo...- Dijo recorriendome con la mirada. Llevaba puesto el chandal rojo y una camiseta de Gandía que había usado para la playa.
Me miré a mi mismo y le dije:
- No, ahora no, ¿vale? Dejame reposar. Estoy...Estoy bien.
- Este perro mola tio, es super traquilo. Seguro que es un cielo... -Comentó esperando una respuesta rapida.
- Que hijoputa.- Dije mientras soltaba una carcajada.
- Bueno. No he venido a decirte gran cosa. Sólo que no acaba tu viaje en ese lugar tan bonito. Que va... Todavía queda... No has buscado ese parque ni esa sensación de bienestar, ¿verdad?
- Si, lo he intentado.
- Pero en el sitio equivocado...
- No me digas que tengo que hacer, ¿vale?
- ¡Ja, ja , ja! ¿Yo? ¡No me jodas! ¡No se me ocurriría! Prefiero que te des la ostia. Así nos veremos más amenudo. Sabes que no puedo vivir sin ti. Dijo mientras dejaba al perro en el suelo, el cual salió corriendo escaleras abajo.
- Vete a tomar por culo.
- Venga un cigarrito.
Saqué un paquete de Malboro robado de la última boda que fui. Le ofrecí y sin rechistar cogió dos. Uno para mi y otro para mi.
- El caso es...- Dijo mientras se encendia el cigarro.- que buscas es en el sitio no acertado. Hay millones de cosas, millones de personas, de mujeres ahi fuera. Siempre te pasa lo mismo ¿Que decepción verdad?
- Madre mia. Eres un autentico coñazo.
- Te quiero
- Yo tambíen maldito tumor.
Nos reimos un rato y fumamos el resto del cigarro en silencio. Luego hablamos del disco de Fito, de la putada de las parejas este verano, de la reincorporación a la universidad y de la mierda que es este mundo con eso del amor. De lo poco que creia en él y de lo mucho que lo echaba de menos. De lo que he llorado toda mi vida por no tenerlo correspodido y de lo facil que es hablar de él cuando se tiene.
- ¿Una copa?- Le ofrecí.-
- ¿Estás tan mal que ya bebes solo?
- Nunca bebo solo. Bebo conmigo.
- No hay mejor compañía.- Alzó la copa y dijo:- Por mi!
- ¡Por mi!
Y cayo de trago. Este whisky de la despensa de mi padre sabía a auntentico alcohol de quemar mezclado con mescalina. Puta mierda pense para mis adentros. Miré el vaso y me serví otra.
- Bueno, ¿y que quieres que haga ahora?
- ¿Yo? Nada. He venido a verte. Ahora que no vienen tus antiguos amigos a casa como lo hacian antes, tengo que hacerlo yo.
Supe que ese "amigos" tenía nombre y apellidos.
- Bueno, ¿que se le va a hacer? No se porque me da que tengo yo la culpa.
- Y si no ya se encargarán de regalartela. Pero tu...
No, mira: Ya estoy arto. Me da igual todo. Vamos a ser realistas. 19 años y varios más por delante...
- No te adelantes...
- Bueno...-Esa frase me descolocó un poco.- El caso es que da igual, quiero vivir a mi manera. Se terminó eso de quedar bien con todo el mundo. Ya es igual.
- ¡Brindo por la cantidad de sandezes que estas diciendo!- Exclamó aupando la copa al techo.
- ¡Viva! -Acompañé yo como si no fuese conmigo.
- Bueno, es hora de que me vaya.
- ¿Yá? Pero si no hemos hablado nada
- Es que no quiero hablar hoy. Tengo cosas que hacer.
- Ahm...Pensé que me darías una charla y me deprimiría....
- La charla ya me la has dado tu y lo de deprimirte...Te lo dejo a ti solito.
Abrió la puerta pero antes de irse dijo:
- Todo acabará bien.
- Si, acabaré así.
Sonrió y se fué. Quedé bebiendoa solas riendome de mi estupidez. Dormi prufundamente y soñé algo que no recuerdo, o que si pero que no quiero mantener vivo.
19/12/2006
Canela Molida. Primera Parte
Desmenuzo un Ducados y pierdo la mirada en los huecos de la habitación. Vuelvo a mirar el reloj y rápidamente fijo la vista en ella. Cojo otro cigarro y vuelvo a dar más caladas. He decidido fumar… Dado la cantidad de elecciones erróneas y fatídicas (o ni tan siquiera elecciones) esta puede considerarse un tributo más a la desesperación. La miro nerviosamente. Se que me está mirando….Doy otra calada…Me levanto y restriego las manos sudorosas sobre mi cabeza como tratando de arrancar de mi pelo una solución, o una decisión. Vuelvo a dar otra calada y el cigarro pide a gritos caer sobre los pantalones. Me sacudo con mayor énfasis que el que se pone en estos casos, y, sin pensarlo dos veces, vuelvo a sacar otro.
- ¿Tu que opinas?
De las sombras sale él, mucho mas viejo que de costumbre…Los años pasan rápidos para él y para mí, pero la diferencia es abismal. Pese todo yo me siento mas viejo, menos lleno, menos vivo. Me giro y le exijo:
- ¡TE HE HECHO UNA PREGUNTA!
- Que quieres que responda. Escapa a mi voluntad. Es más, siendo la misma que la tuya, no se que decir.
- Di que lo haga, dime que la acaricie.
- No es mi intención ni mucho menos. Tú verás.
- Pero eso cambiaría todo. Sería mucho más…yo…
- Si bueno…- Me miró como el que mira a un “atrapao” en un chutódromo. Infectado de algo más que sida. Infectado de sus pensamientos, de ira hacia todo, de infelicidad, de desesperanza…Pero a la vez sonriendo, volando…
Se sentó en la otra silla y la miró también. Tan cerca y tan inalcanzable…Me mira y dice:
- Ni se inmuta… Ahí… Quieta… Ella tiene en tus manos tu alma y se ríe de ti. Son todas iguales… Pero dicen que cada una es especial, un tacto diferente, una fuerza incompresible que sabe ayudar. Por otro lado… Sin ella también sabes vivir.
Le miro y sonrío. Me rasco la barba de X semanas de dejadez que han hecho de mi cara un nuevo y precioso saco de defectos corporales. Este no lo tenía.
No se que decir. Es todo tan extraño…La tengo ahí, enfrente… Sabor a veneno corre por su boca y me es tan preciado y tan repulsivo que no se si le tengo asco o le amo. Miro mi reloj: y media. Le miro a él: entero. Su cara es una mezcla de curiosidad y miedo que acojona. Dado que haga lo que haga, a él le afecta, me parece totalmente comprensible su actitud…Doy otra calada al cáncer…Continuo mirándola. Incomprensiblemente para mi, ella no dice nada. ¿Debería decir algo no? Bueno, al fin y al cabo ella está dentro de este juego. Me jode no saber la opinión de los implicados…
Pasa el tiempo…
- Bueno, ¿al final es igual no?- Digo yo
- ¿A que te refieres?- Contesta él.
- Si, que puedo joderla o acertar. Al fin y al cabo así ha sido mi vida. Decisiones erróneas me llevan aquí…Sentimientos erróneos me llevan aquí…Medidas erróneas me llevan aquí…
- No te equivoques, esto es una medida…
- Si, pero sea como sea esta medida no hay más vuelta de hoja. Ella decide…Yo ya estoy cansado de hacerlo…
- Bueno, pues…ve…
Le miro, sin terminar de creerme el que me de de su aprobación…Me levanto…Camino lentamente hasta la puerta. Respiro profundamente y mis pulmones se llenan de valor. Cojo el pomo…
Me giro rápidamente, y corro hacia la mesa. Abro la boca. “La” cojo. Giro el tambor. Lo cierro. Click.
P.d: "Dicen que el sabor de la polvora es como la canela. Es exotica y atrae...Pero no siempre para bien".
07/01/2007
Canela Molida. Segunda Parte.
Uno: las veces que he tratado de olvidar estos momentos. Dos: mi pesimismo desmesurado. Tres: mi apatía con el mundo transformada en malas caras. Cuatro: las lagrimas derrochadas intentando ahogar mi vida en. Cinco: alcohol. Seis: mi egocentrismo de pensamiento y acto que, como un rumor, ha fluido por cada uno de mis movimientos detonando en la más pura crueldad con aquellos que no lo merecen. Siete: mi pasión por lo prohibido por la mente y la propia pasión. Ocho: por mi…
Noté el gatillo hundirse en la culata y atraer hacia mi el muelle tensándolo para impulsar el martillo de la pistola y a este abalanzarse con furia hacia el tambor. Sentí como se paraba el tiempo y crujían los engranajes. Sentí el frío hierro y la culata caliente. Entonces llego por fin.
Ni dolor, ni ruido, ni sangre, ni gritos, ni miedo, ni desplome, ni nada. No hubo caras desfiguradas, ni paraíso, ni infierno. Ni miradas perdidas en el infinito clamando al cielo que algún Dios retuviese mi alma en este cuerpo. Ni llantos de él, ni agonía de mí. Ni respiración forzada, fruto del preámbulo al final, ni respiración demasiado fluida de él al contemplar el nuestro. No era como esperaba.
Entonces el silencio se cortó con la risa nerviosa de mi alter-ego. Reía y daba palmas mientras caminaba en círculos por mi habitación. Cuando se está demasiado colapsado como para pensar racionalmente caminamos. Es un mecanismo de autocontrol. Pensamos que al caminar, dejamos atrás los problemas, tan solo durante unos segundos, validos para pensar sus soluciones. Luego nos alcanzan y, casi siempre, no hemos hallado las respuestas.
Solo un capullo como yo habría metido 8 balas y no 9 en el tambor. En un puto tambor de nueve. Es posible que me sintiese aliviado.
- Eres un mamón ¡Un auténtico mamonazo! Ni siquiera eres capaz de huir de ti mismo ¡Inútil! Pensé que serías más listo ¿Cuántas oportunidades te he dado para cambiar? ¿Cuántas veces he venido a visitarte, intentando hacerte ver la realidad? ¿Cuántas veces…?
- ¡Cierra la puta boca!-Dije entre lágrimas. Me arme de valor y le apunte con la pistola a la cara. Las lágrimas hacían que su imagen fuera un simple borrón, una imagen no actualizada de mi mismo.
- Quiero acabar con esto, joder, quiero que te vayas…-Dije llorando a moco tendido.
- No me iré nunca, ¿lo entiendes? Nunca será suficiente, nunca será lo justo. Has nacido para ir un paso por delante de tus actos. Tu mayor defecto es tu deprecio hacia todo lo que tienes, incluido tu mismo. Gracias a ello soy yo el que dicta tus pasos y el que te provoca esta insuficiencia de todo, esta agonía permanente…este estado de desaliento amargo que te apuñala el vientre.
Le miré y cambié de rumbo hacia el suelo. Soñozé sin apenas lágrimas y le apunté a la cara. Volvía a soñozar. Él parecía tranquilo. Se encendió un cigarro y encontró en mi mirada lo que desde hacía tiempo buscaba. Por fin había entendido que él era parte de mí. Bajé el arma y me puse a llorar sin ningún tipo de pudor. Mis lamentos parecían alimentarle el ego. Pese a ello, estaba nervioso.
- Dios, ¡vaya descarga de adrenalina! ¡Jamás pensé que serías capaz!- Dijo mientras fumaba compulsivamente y le temblaban las manos.
De pronto lo vi claro. Encontré la solución. Dejé de llorar.
- ¡Ha sido genial! La cara que has puesto, colega, merecía un diplom…- Un silencio ahogó su última palabra.- ¿Qué haces?
Obviamente él sabía lo que estaba haciendo, lo sabía muy bien. Pero, por si todavía no era capaz de asimilarlo, le volví a disparar. Esta vez en la boca. Ahora si que estaría callado este jodido veneno que me atormenta. Otro en el pecho. Otro en el pecho. Y otro y otro. Hasta siete balas se encontraban ahora, incandescentes detrozando su corazón. Estos últimos disparos le habían hecho tropezar hacia atrás y tirar todos los libros de la estantería de mi cuarto. Mi vista logró captar uno: “Conócete a ti mismo”, un libro de autoayuda regalado por mi tía. Quizá no ayudó como se supone que debería hacer pero durante más de 4 años había sido el libro que sostenía los demás. Un gran cometido para una puta mierda de libro…Aunque pensándolo mejor…Todo habría sido más fácil si lo hubiese leído…No…Soy demasiado orgulloso para creer eso.
Pero sigamos con la historia. Le miré a los ojos y le propiné un disparo de dulce venganza en caliente justo en medio de la frente, el cual, dejó a mi amigo fuera de sí y con los ojos desorbitados.
Si hubo sangre, si hubo sufrimiento, si hubo gritos, llantos y miradas perdidas en el infinito deseando que disparase más veces. Hubo respiración forzada de él y simpáticas carcajadas mías. Una mueca de felicidad podría haberse visto en mi cara si no la tuviese manchada de su sangre. Me senté a su lado y le robé el cigarrillo que pronto terminaría. El charco de sangre que rodeaba el cuerpo me manchó los pantalones, pero no importaba. Era su despedida.
- Al final uno de los dos acabaría así. Lo sabíamos los dos. Siento que hayas sido tú…No…Para qué mentirte ahora…Lo único que siento es que hayas sido tan estúpido de no saber callarte. Nunca supiste estar al margen. Y te echaré de menos, créeme. Has sido fiel a tus principios y, puesto que es una de las cosas que más aprecio, te admiraba. Comprende también que debía ser menos depresivo, cambiar mi forma de ver la vida. Es duro, pero ahora es la parte difícil. Cambiar.
Me acerqué el cigarro a la boca y aspiré una calada. Mientras soltaba el humo giré el tambor de la pistola. Lo abrí y busque la última bala…No estaba.”Cambiar mi forma de ver la vida”. Miré al suelo...8 casquillos."Cambiar". Un fuerte pinchazo en la cabeza y por fin el dolor. Durante los últimos segundos de consciencia escuché una dulce voz de mujer que dijo: tarde.
Nueve: Gracias
FIN
Comentarios